¿Quién dijo que los jóvenes no leen?

La literatura infantil y juvenil es uno de los pocos sectores que crecieron en 2009.

El Grupo Editorial SM elabora su Anuario sobre el libro infantil y juvenil 2010, a propósito del día internacional del Libro Infantil y Juvenil, el 2 de abril, a partir de las cifras y estadísticas más importantes del sector en España; de donde se desprende las principales características y tendencias del mercado en alza de la literatura infantil y juvenil, también en Iberoamérica.

De ahí se desprende que en el año 2009, y a pesar de la crisis, el volumen de libros de literatura infantil y juvenil (LIJ) vendidos aumentó un 11,9% y el valor de las ventas un 11,4%, casi el triple del crecimiento del conjunto del sector del libro que ha experimentado una ligera subida, creciendo un 4,2% en volumen y un 4,1% en valor, según los datos de Nielsen.

Este séptimo anuario refleja que la LIJ representa actualmente el 10% del total del mercado del libro. La facturación en literatura infantil y juvenil asciende a 327 millones de euros, lo que supone un crecimiento del 20% en 5 años, casi el doble del sector.

Por otro lado, el incremento del 11,2% en el número de títulos editados, frente al 3,5% del total del sector, convierte a la LIJ en una de las categorías que mayor número de títulos aporta.

En cuanto a los hábitos de lectura, el sector de la población que lee con más frecuencia son los niños entre 10 y 13 años, el 91,2% son lectores habituales. Le siguen los jóvenes entre 14 y 24 años, con un porcentaje de lectores habituales del 70,5%.

Fantasy, humor y realismo a partes iguales

La directora de la revista CLIJ y experta en LIJ, Victoria Fernández, señala que el género fantasy, que sigue ocupando el primer lugar en las preferencias de los lectores jóvenes, se ha llenado de vampiros, espíritus, zombis, hombres-lobo, esqueletos, fenómenos paranormales… y ha ampliado el abanico de lectores con novelas juveniles como la saga Crepúsculo de Sthepanie Meyer (Alfaguara), Bel: amor más allá de la muerte, de Care Santos (SM) o Emily the Strange (SM); historias para lectores medianos como Ghostgirl (Alfaguara) e incluso libros ilustrados para los pequeños lectores como la serie del gracioso vampiro Bat Pat (Montena). Además, el fantasy actual se caracteriza por ser menos épico y más romántico.

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