domingo, 28 de octubre de 2012

La Prehistoria contemporánea

No podemos hablar de historia contemporánea mientras sigan sucediendo estas cosas. Una patera con setenta personas acaba hundida en el Mar de Alborán: catorce cádáveres rescatados, catorce supervivientes, 40 desaparecidos... (las cifras son aproximadas, suele pasar). Interesante eufemismo eso de "desaparecidos". Una confusión entre dos pateras acaba en este drama. Los supervivientes terminarán repatriados al horror del que quisieron huir; los muertos, enterrados sin nombre en ataúdes baratos y tras lápidas blancas; los desaparecidos, compartiendo hogar con viejos buques hundidos. Si alguno de los que no han caído en el intento permanece en la soñada Europa, probablemente solo descubrirá que El Dorado ya no existe, que tiene que esconderse para no ser detenido, que si se pone enfermo no podrá pagar al médico. Y en el mejor de los casos el "sin papeles" recibirá un papel, una tarjeta que lo convierte en persona, una identificación con una E muy grande: E de extranjero.
Esto no puede ser Historia. Seguimos en la Prehistoria o quizás hemos vuelto a ella. No sé: cada vez tengo menos certidumbres.




2 comentarios:

Beatriz Fernández dijo...

Y además ya casi no se nos revuelven las tripas, de lo acostumbrados que estamos.

Anónimo dijo...

Cuando se lanzan a una muerte casi segura y encima les cuesta dinero el viaje, cómo será la vida en sus paises.