miércoles, 17 de diciembre de 2008

LO QUE SÉ DE LOS VAMPIROS de Francisco Casavella


El lado oscuro del Siglo de las Luces.


Sinopsis:


Martín de Viloalle asumirá durante su vida las consecuencias de la única decisión que toma con plena libertad: acompañar a los jesuitas expulsados de España el 2 de abril de 1767. Ésa y otras circunstancias tragicómicas le llevarán hasta Roma, los estados alemanes, el reino de Dinamarca, el París revolucionario y aún más allá. En esos años será miembro nada honorable de una sociedad marginal, itinerante, filosófica, artística o estafadora, dedicada a vagar de corte en corte para entretener el gusto, el sexo, el intelecto y, sobre todo, el tedio de la clase superior. Ilustrados y aventureros, personajes que construyen su identidad tras una máscara permanente hasta alcanzar claves muy peculiares sobre el engaño de la condición humana y el espejismo de la historia.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Muere a los 45 años el escritor Francisco Casavella, ganador del último premio Nadal
Casavella, cuyo verdadero nombre era Francisco García Hortelano, fallece de un ataque al corazón | Casavella retomó Barcelona como escenario literario donde la dejó Marsé | El novelista había redactado cien páginas de su nueva obra

Lo primero que se supo en Barcelona de Francisco Casavella fue su sonrisa de barra nocturna y su figura desgarbada de escritor disfraz bajo el que se protegen los grandes sentimentales de la literatura. Fue cuando irrumpió - tenía 27 años-con El triunfo, la novela sobre el gitaneo barcelonés. Ayer a media tarde, cuando sus editores de Destino iban a llamarle por teléfono para acordar detalles de cómo iba a dar el relevo al nuevo premio Nadal, recibieron, consternados, la noticia de su muerte, debida a un ataque al corazón. Su vida ha sido como una exhalación: contaba tan sólo 45 años. Según fuentes de su entorno, el escritor había regresado a la ciudad después de pasar unos días en su refugio de Barà. La editora Silvia Sesé comentó que "estaba muy ilusionado documentándose y preparando una novela, de la que dijo tener escritas unas cien páginas".

MÁS INFORMACIÓNAmigos de Casavella lo recuerdan como un "lobo solitario" de enorme talento

Francisco Casavella (nacido cerca de la ronda de Sant Antoni, en 1963) había retomado el hilo narrativo - con Barcelona como telón de fondo-allí donde lo había dejado Juan Marsé. "Fui chulo antes que escritor", decía, y fue docto enseguida en ver el engaño, el truco de los juegos de manos y también el navajeo de las broncas de las bandas callejeras, antes de que surgiera, devastadora, la heroína. "Me salvé - dijo-porque conocer el paño tan pronto favorece el instinto de conservación".

Trasplantó su ironía y su sentido del honor, su nobleza de disconforme, a la novela. Una novelística en el fondo moral, sustentada en un profundo escepticismo sobre la naturaleza humana, de la que el humor, más que el amor, era una de las escasas vías de escape. Tras el éxito de El triunfo,escribió, sintiendo la presión externa y temiendo defraudar las expectativas, Quédate, un experimento fallido que le costó el contrato con su primera gran editorial, al negarse a seguir los consejos de su editora. Resurgió con Un enano español se suicida en Las Vegas y se consagró con El día del Watusi,novela de mil páginas en tres movimientos independientes: Los juegos feroces,Viento y joyas y El idioma impensable.

Una larga novela-mosaico, vista al principio con los ojos de un niño - álter ego de Casavella, que entró a trabajar a los catorce años en La Caixa como último botones-,un niño que va madurando y que va uniendo en ese proceso todas las piezas del mural narrativo: la búsqueda de la identidad, cómo la memoria cambia el pasado, la Barcelona de las barracas de Montjuïc,los mecanismos ocultos que movían la política y la economía española en la transición, los escándalos financieros, la miseria de la sexualidad de personajes de fachada social intachable... Versal, Anagrama, Mondadori o Ediciones B fueron algunas de las firmas donde publicó.

Casavella escribió el guión del primer largometraje de Manuel Huerga, Antàrtida (1995), también sobre el mundo marginal. En el 2006 vio por fin llevada al cine El triunfo,rodada por Mireia Ros y con parte del clan Farruquito. Fue articulista en diarios como La Vanguardia y El País.Este año ganó el premio Nadal con Lo que sé de los vampiros, donde por primera vez se propuso una novela de corte histórico. La alegría del premio quedó frustrada con la muerte del padre de Casavella, que afectó mucho al escritor, de origen gallego, con raíces en Mondoñedo, donde Cunqueiro tuvo tertulia.