domingo, 9 de noviembre de 2008

La última noche

- John, te quedas solo. Tu padre y yo nos vamos. Volveremos mañana.

- ¡Vale!, ¡que lo paséis bien!.

John soy yo. Tengo 14 años. Me había quedado solo, porque mis padres salieron a celebrar su aniversario de boda. Lo que menos me gustaba es que se casaron el día de Hallowen, así que me iba a quedar solo la noche más terrorífica del año. Pero no les dije nada a mis padres para que no se preocuparan, porque seguro que se habrían quedado sin ir a ninguna parte y yo, no quería eso.

Al cabo de media hora, empezó a crujir todo lo que había a mi alrededor. Y para intentar no oírlo, puse la radio. Pero no había señal, así que pensé que sería por la tormenta.

Intenté llamar a mis amigos para no aburrirme, pero no había línea. Intenté chatear con ellos y no había Internet. Intenté ver la televisión pero nada.

Aquello no me gustaba ni un pelo. Había intentado todo para dar con alguna persona y que no me entrara miedo, pero todo fue en vano.

Cogí las llaves de la casa y me disponía a salir, cuando... escuché un ruido... un ruido que no me gustó nada. Vi una sombra que empezaba a aparecer lentamente por la esquina del espejo de la entrada...

- ¿Mamá?... - pregunté aterrorizado- ¿papá?... - volví a preguntar.

Pero al ver que nadie me respondía se me aflojaron las piernas y me quedé en blanco al ver que yo no me reflejaba en el espejo. En cambio la otra sombra que vi si que se reflejaba...

Por un instante me alegré al recapacitar y pensar que me había equivocado, que la sombra que vi, era yo.

Di un paso... y... ¡NO ERA MI SOMBRA!

Dejé caer las llaves al suelo y salí corriendo con las pocas fuerzas que me quedaban después de lo que había visto.

Corría sin ningún destino, corría y simplemente corría. Al pasar por la cocina, vi la puerta que daba al jardín y sin pensármelo dos veces, abrí la puerta y... mejor dicho intenté abrirla porque no se abría por mucho que lo intentaba. ¡PERO LA CERRADURA NO ESTABA ECHADA!...eso me asustó más todavía. Rápidamente me giré y me escondí en el cuarto de baño. Estaba aterrorizado... levanté la mirada al espejo y... ¡VI ALGO INHUMANO!

De repente vi como iban apareciendo letras ¡ESCRITAS CON SANGRE!. Y empecé a leer...

...No te sirve de nada huir, no te sirve de nada esconderte, te atraparé con vida... pero no por mucho tiempo porque esta es ¡TU ÚLTIMA NOCHE!...voy a por ti...

Saqué el móvil del bolsillo y...

Con las manos temblorosas y llenas de terror escribí un mensaje a mi mejor amigo Carlos.

-Ayuda- escribí...

Pero la puerta se abrió y apareció tras ella la misma sombra...

Un grito infernal retumbó en toda la casa.

.......................

A la mañana siguiente, Carlos leyó el mensaje. Al instante cogió el coche y se dirigió a casa de su amigo, y se encontró el cuerpo tirado en el suelo, levantó la cabeza y miró a su alrededor. Había sangre por todas partes: en las paredes, en el suelo, en la bañera, etc.

El chico cayó de rodillas y leyó una nota que había al lado del cuerpo. La nota decía:

"El primero que toque el cuerpo morirá con él"

- Prometimos estar unidos siempre... no puedo dejarte morir solo- dijo el muchacho mirando a los ojos a su amigo, que tenía los ojos abiertos y la mirada perdida.

Sin pensárselo echó a llorar y lo abrazó.

Al día siguiente, los dos cuerpos de 14 y 18 años fueron enterrados juntos.

Algunos dicen que desde ese momento nadie ha vuelto a pisar aquella casa porque está maldita y otros, que las dos almas siguen viviendo en aquella casa y que nadie logrará separarlas.


Alba Regalado Magaña. 1º ESO-A

No hay comentarios: