"Martes 13" por María Ruíz

Martes, 13 de octubre. Ocho de la mañana. Me desperté, llena de pesadillas y miedos que atormentaban mi cabeza.

Miré el calendario. Era martes 13. No podía ser. Según una leyenda, los martes 13 daban mala suerte. Me entraron escalofríos sólo de pensarlo.

Miré el reloj. ¡Iba a llegar tarde al colegio! Cogí rápidamente la mochila y salí corriendo, pero el bus ya se había ido.

Triste, volví a mi casa. Maldita sea. La puerta estaba cerrada y no tenía llave.

De repente, oí un grito desde dentro, y una mujer alta, pero mayor, con el pelo negro y la cara y el camisón blancos, me abrió la puerta.

Pegué un grito de horror y corrí adentro. Pero lo peor vino al entrar al salón, cuando me encontré a mi madre muerta y ensangrentada, con un cuchillo de cocina ensangrentado en la mano y su móvil en la otra, con un mensaje abierto, en que ponía: “Eres tonta por haberme llamado. Ahora te arrepentirás. ¡¡¡Jajaja!!!”. Y estaba enviado por 666, más conocido como...¡El número del diablo!

De pronto, una carcajada malvada retumbó en el salón y pude oír una voz que decía: “Te habrás arrepentido de haber tenido una madre así, supongo. Porque ahora, tu vas a sufrir el mismo destino que ella.”

De repente, la mujer mayor me miró con una malvada sonrisa, cogió el cuchillo y se acercó a mí.

Pegué un grito y eso fue lo último que volví a decir.

Malditos martes 13, siempre traen mala suerte.