lunes, 5 de marzo de 2012

Un estudio de grabación propio

Conciertos de música escrita por mujeres, biografías sobre mujeres compositoras e instrumentistas, mujeres cantantes, pianistas, compositoras. Todo esto nos resulta lo más normal del mundo hoy y desde hace aproximadamente quince o veinte años. Pero ¿y antes de eso? ¿Qué pasaba? ¿Por qué cuando nos preguntan por compositores de la música clásica nos suenan Moneverdi, Stravisnky o Falla y no recordamos a Maddalena Casulana, Nadia Boulanger o Rosa García Ascot? ¿Es que no eran buenas compositoras? ¿Por qué ellas y otras muchas mujeres han sido silenciadas por la historiografía musical tradicional?
La cuestión es complicada... o no tanto.
En primer lugar, estas historias de la música tradicionales han sido, hasta hace muy poco, escritas por hombres, los cuales han considerado siempre a las mujeres compositoras e intérpretes una especie de periferia musical, una anécdota. Así, se habla de Fanny Mendelshonn como la hermana de Felix Mendelshonn o de Clara Schumann como la mujer de Robert Schumann.
La existencia de mujeres compositoras de primera línea está en relación directa con el acceso a la formación que han tenido a lo largo de la historia. Ni que decir tiene que ha resultado mucho más complicado para ellas que para ellos. Por ejemplo, en el siglo XVI, la forma más habitual de obtener una formación musical de calidad era entrar como niño cantor en una capilla musical catedralicia. Las mujeres tenían prohibida esta vía por completo. Y los conservatorios, nacidos en el siglo XVIII, no admitieron mujeres en clases de composición hasta finales del XIX.
También existen historias de mujeres que abandonaron su carrera profesional musical con excelentes expectativas para dedicarse a las tareas que se consideraban más propias de su género: parir hijos y ciudar de su familia. Fue el caso de Nannerl Mozart, prodigiosa instrumentista según las fuentes literarias de la época. Nada nuevo sobre al tierra.
Otro asunto curioso es el del repertorio asignado a mujeres y hombres tradicionalmente. Una mujer pianista o cantante estaba bien vista pero una que compusiera óperas y sonatas...eso ya no gustaba tanto. Eso eran cosas serias.
¿Hemos superado ya estas cuestiones? ¿Siguen existiendo roles masculinos y femeninos en el mundo de la música?
De momento os dejo un pequeño homenaje a algunas mujeres compositoras e instrumentistas de la historia en el siguiente vídeo.


3 comentarios:

Leonor dijo...

Fantástico el vídeo y fantástica tu reflexión.
Y cuántas otras historias de mujeres olvidadas por una historia empeñada en enterrar el papel de la mujer... Mujeres poetas, artistas, científicas y también mujeres humildes que han construido la intrahistoria de la humanidad.
Gracias por la lección de música, gracias por tu aportación al mosaico incompleto de la historia del arte.

Anónimo dijo...

Si las mujeres siguen pensando lo mismo que hace cuarenta o cincuenta años, no hay que culpar a los hombres de machistas, porque ya no diferenciamos entre mujeres y hombres, existen personas, ¿o no?.

Roberto Balbontín dijo...

Una entrada muy sorprendente. La verdad es que nunca me había parado a pensar en las mujeres que se habían dedicado a la música a lo largo de la historia, y con esto se aclaran bastantes dudas. Desde siempre grandes mujeres desconocidas hasta la época por el machismo, y los grandes talentos que quedarán por descubrir y siguen siendo anónimas.