viernes, 18 de mayo de 2012

VEINTIDÓS



"El poder es siempre una usurpación", decía don Francisco Ayala. Resulta chocante, pero cada vez estoy más convencida de que la frase no era metafórica. Y cuando alguien llega al poder, al menos en Mundilandia, se le pone cara de algo. Por aquí, por el Sur, tenemos uno que tiene cara de anuncio de brandy para machotes; otro que es la imagen de una marca de tintes capilares masculinos; y uno que suele aparcar el caballo de Jerez antes de tomar su copa de manzanilla de Sanlúcar. Los tres ganaron las elecciones, dicen. Dos gobiernan y otro protesta con cara de chiste. Los que gobiernan han empezado a demostrar que las cosa se pueden hacer de otra manera: o sea, igual de mal o una mijita peor... Y argumentan que bla,bla,bla... Estos no tienen cara de tontos pero nos tratan como si fuéramos tontos. 
Miren, hoy no tengo ganas de fábulas. Voy a ir al grano: queridos usurpadores, váyanse todos a la mierda (con perdón, como diría Cela). Como ven, hoy no estoy muy creativa.
PS: adivinen, adivinen por qué esta entrada se llama 22...

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Muy bien.
Se puede decir más alto pero no más claro.

Beatriz Fernández dijo...

Si no plantamos cara van a seguir usurpando y usurpando y usurpando...y así hasta que no quede nada.Ni esperanza siquiera.