Marta Jiménez 2º BCTA
Lejos de la rutina, el plan del viernes 22 de noviembre se
volvió extraordinariamente interesante cuando el instituto nos propuso como excursión
acudir esa noche al teatro. Sin dudarlo acepté, la obra no era para menos,
Madre Coraje y, desde luego, no me arrepentí.
Conocía bien los escritos de Bertolt Brecht, daba la
casualidad de que era un autor que me tuvo enganchada durante el verano anterior. Sin embargo, aunque me
gustase mucho cuando la leí, el teatro está hecho para ser interpretado sobre
un escenario. Quizás sea por el cariño que le tengo al escritor alemán por lo
que la representación puede que me llegase a emocionar más de la cuenta. La pasión en las voces de los actores, los
juegos de luces y la música consiguieron
acaparar mi atención durante toda la hora y media. Además, al tener la suerte de que me situasen en unas
gradas sobre el propio escenario, podía meterme aún más de lleno en la trama.
Sin salirse de su estilo, Ricardo Iniesta logró crear ambientes con pocos
medios, algo que me ha resultado siempre realmente impactante. Si a las
perfiladas técnicas dramatúrgicas le añadimos la fuerza de un canto a
capela en alemán, tenemos la atmósfera fría y decadente que precisa
Madre Coraje.
Cabe destacar que las interpretaciones de los
protagonistas son admirables y que la mezcla de naturalidad y tremendismo que le
añaden a las acciones es fundamental
para completar el mensaje de la obra.
La sobrecogedora historia de Madre Coraje y sus hijos nos muestra los horrores que
trae consigo una guerra como la de los treinta años, una guerra que
como todas, independientemente del bando, solo viene acompañada por miseria
y muerte. Si bien es cierto que la protagonista hace de la guerra su negocio
jugando con la falta de materiales y la
desesperación de la población. Aunque Madre
Coraje presume de su astucia para sacar beneficios de la situación bélica, tras
la muerte de sus tres hijos, hace un alegato
en el que se muestra su posición en contra de la guerra. Esta especie de
soliloquio final en el que se sintetiza
el mensaje de la obra es realmente emocionante.
Ángela Vidal 2º BCTA
En general, la obra me
pareció bastante interesante. Me resultó diferente a otras obras de teatro que
he podido ver, especialmente, a causa de la incorporación del
público en el escenario, ya que interactuaba con los actores.
El tema de la guerra y
de que la gente se aproveche de ella para sacar beneficio es muy actual,
comparable a la situación económica y social que estamos viviendo hoy en día.
El montaje que realiza
la Compañía Atalaya
impresiona bastante. La iluminación es lúgubre siendo, a veces, demasiado
oscura. La música y las voces de los actores, que cantan en varios idiomas,
ayudan a crear diferentes ambientes, aunque no se llegue a comprender en su
totalidad lo que cantan. Asimismo, la acertada y fluida alternancia de los
diálogos y las partes musicales, ayuda a quitar un poco de dramatismo a la
obra. Lo mismo ocurre con sus movimientos y gestos, que transmiten, a veces,
incluso más que las palabras. Los diferentes escenarios, que se suceden en la
obra, están muy acorde con la trama, a pesar de su sencillez.
Es una obra en la que
hay que estar atento no solo a los personajes principales, sino también a los
secundarios, pues al final todos ellos adquieren gran importancia. La
interpretación de la actriz que representaba a Madre Coraje me pareció genial,
al igual que la de la actriz que interpretaba a su hija muda. Hija que estaba siempre
sometida a las órdenes de su madre aunque finalmente la desobedece, lo que le
acarrea la muerte. Otra interpretación destacada es la de Caracuajo, que añade un toque de
humor a esta obra tan trágica llena de lucha y muerte.
Lo que la obra
transmite, en resumen, es que la gente humilde no puede esperar nada bueno de
la guerra, únicamente los poderosos consiguen sacar beneficios de ella. Por eso,
me parece tan desacertada la actitud de Madre Coraje, que antepone su propio
beneficio al de su familia, lo que, al final, solo le acarrea la pobreza y la
soledad.
Elena Robles 2º BCTA
La famosa
obra Madre Coraje, a la que asistimos el pasado día 22 de Noviembre, tuvo lugar
en el Teatro Central de Sevilla a las 21:00 horas. Esta es una de las más
importantes de Bertol Brecht, el dramaturgo alemán que causó furor en el siglo
XX por sus puestas en escena. Además, es uno de los textos teatrales más
emblemáticos de la dramaturgia contemporánea y es ahora la compañía Atalaya
quien decide escogerla para su representación. Fue adaptada y dirigida con
rigurosidad por el director andaluz Ricardo Iniesta.
Esta obra
está destinada a ser representada por unos actores en un escenario ante un gran
número de espectadores por lo que predomina en ella el género dramático. No
presenta una gran extensión, pero sí numerosos diálogos y acciones que
conmueven a los oyentes y les hace introducirse en la trama. A su vez, está
planteada para adultos y estudiantes que quieran pasar un momento agradable y
disfrutar de una de las mejores compañías teatrales del momento.
La obra se
desarrolla durante la llamada Guerra de los 30 años, un cruel enfrentamiento
entre católicos y protestantes. Aquí es donde aparece el personaje de “Madre Coraje”. Se trata de una mujer
luchadora, con carácter, que va de un territorio a otro con su carreta, que es
lo único que posee, y en la que vende artículos de guerra tales como: cascos,
zapatillas, uniformes, etc. Gracias a su fuerza y su valentía saca adelante a
sus tres hijos. El menor de los tres es un chico endeble físicamente, pero sin
miedo a nada. El segundo lugar lo ocupa su hija mediana, que es muda y trata
siempre de expresar lo que ve y oye mediante gestos y movimientos. Por último, el
hermano mayor, aquel que mandaron a la
guerra para luchar como nunca lo había hecho en su vida.
A mi
parecer, el propósito de Madre Coraje es luchar para sobrevivir en aquel
momento tan difícil y como no, defender a su familia ante cualquier peligro, al
igual que proteger sus bienes. Así es como se intenta hacer ver al espectador
las complicadas decisiones que se deben tomar en la vida en situaciones de
crisis y desesperación total. Se representa la actitud humana ante una lucha
por la existencia propia y la de los seres más queridos.
En mi
opinión, es una obra maravillosa repleta de sentimientos que se transmiten con
facilidad a los espectadores gracias a los grandes actores que componen la
compañía. Estos llevan a cabo su papel con todo tipo de detalle y te invitan a
introducirte en la historia. Cada movimiento, cada mirada, incluso cada
palabra, eran transmitidos como si fuesen sentimientos propios vividos. Al
principio, llegué a pensar que sería aburrido, pero para mi sorpresa, resulta
ser entretenida y amena. Por ello, yo particularmente, recomendaría esta obra a
todo aquel dispuesto a pasar un agradable momento.
Claudia Villasante 2º BCTA
La obra Madre Coraje se desarrolla entre 1624 y 1636, durante la Guerra de los Treinta Años,
que enfrentó a católicos y a protestantes. En el lugar donde transcurre la
historia, aparece Anna Fierling, una vendedora de baratijas conocida como Madre
Coraje por el valor que parece tener. Segura de sí misma, Anna va de un sitio a
otro cambiando de bandera según le viene bien para sobrevivir y sacar adelante
a sus hijos que la acompañan tirando del carro.
Al final de la obra, sola y en la
más absoluta miseria debido a las situaciones que se le presentan durante el
camino y con uno de sus hijos en la guerra después de que le hicieran alistarse,
solo le queda su carreta y las energías necesarias para seguir adelante. Aun en
la mala situación en la que se encontraba, Madre Coraje seguía vendiendo y
lucrándose de la guerra.
En la actuación hay que destacar las
expresiones vocales, gestuales y corporales de los actores, en un espacio tan
reducido, llevando a cabo un gran espectáculo para los sentidos y que, incluso,
puede llegar a emocionar al público. En conclusión, una obra con mucho
sentimiento de principio a fin. Al final de la obra fue un placer hablar con
los actores y felicitarles por su gran trabajo.
Mª del Mar Presa 2º BCTA
La obra de
teatro Madre Coraje, que vimos el día
22 de noviembre de este curso, me gustó. Me gustó por varios motivos. Por un
lado, me gustó por el tema de la obra, la guerra. Por otro lado, por ver cómo una madre intenta subsistir con sus hijos,
a pesar de las duras condiciones y porque, a causa de la guerra, van muriendo
uno a uno sus hijos.
Hay que
mencionar el trabajo de los actores que encarnan a los personajes. Son
magníficos. Todos son estupendos, pero ya que es mi opinión personal he de
decir que me encantó la chica muda. Me pareció un personaje, por un lado
infantil y entrañable, pero, por otro lado, muy valiente, puesto que al final
lo demuestra, incluso, muriendo por su causa.
A mí, personalmente,
me encanta el teatro. Es una de mis actividades favoritas. Me gusta ver las
historias representadas. Por eso, he de decir que ese día me lo pasé muy bien y
el teatro me gustó mucho.
Ángela Rodríguez 2º BCTA
Primero tengo que decir que la representación teatral me gustó bastante,
pues los actores transmitían de manera impecable sus sentimientos y nos
adentraban en su mundo. Quizás, además de su interpretación, influyó el hecho
de que estuviera sentada en el mismo escenario, asiento que me permitió
presenciar el teatro con más cercanía. Esta proximidad no fue solo física, ya
que al estar muy cerca de los personajes también me sentía más próxima a lo que
sentían, a lo que pensaban, a lo que decían. Además, el contenido musical hacía
que la representación fuera más amena.
Respecto al argumento de la obra,
me pareció muy interesante, puesto que al no estar muy familiarizada con la
guerra de los 30 años, me sirvió para conocerla un poco más. Tan solo había
oído hablar de ella en los libros de historia y tenía nociones de los hechos
que ocurrieron, pero no tenía ni idea de en qué medida afectó el conflicto a los
ciudadanos, cómo lo vivieron. Por esta razón, este tipo de
representaciones me entusiasman, ya que te enseñan nociones históricas de una
manera divertida. Esta es, bajo mi punto de vista, la mejor manera de aprender.
En esta clase de obras, al igual
que en Los Girasoles Ciegos, la postura ideológica desde la
que se narra la trama no es lo importante, sino los sentimientos que se
transmiten. No obstante, como católica me ha llamado la atención la manera en
la que se hablaba de los católicos. A pesar de que la obra hace una crítica
general a la guerra, se critica con más fuerza a los católicos debido a que
Madre Coraje y sus hijos son protestantes.
A modo
de conclusión, podría decir que Madre Coraje me ha causado muy buenas
impresiones y no solo a mí, sino a muchos de mis compañeros. Ha sido una
experiencia muy gratificante.
Sandra Castell 2º BCTA
La obra Madre Coraje, que fuimos a ver el curso de 2° de Bachillerato el
pasado 22 de noviembre en el Teatro Central, me pareció muy buena. Trataba de
una madre que, junto con sus tres hijos, intentaba vender pequeñas cosas con el
objetivo de conseguir comida para llevarse a la boca. Eran tiempos de guerra y
sus dos hijos varones se marcharon al ejército, quedándose ella sola con su
hija muda. Coraje, que era como se llamaba la madre, luchaba por mantener a su
hija. Eran tiempos difíciles, tal y como lo son actualmente. Muchas familias de
hoy en día en este país tienen que luchar como luchó Coraje en su tiempo.
Quizás no tienen que salir con carros a la calle, pero sí salen a intentar encontrar
un trabajo que, difícilmente, podrán obtener por la crisis que hay. Además,
muchas madres solteras tienen que salir adelante con sus hijos como Coraje
hizo.
Los actores interpretaron muy bien su
papel. Personalmente, el personaje que más me gustó fue el de la hija muda de Coraje. Todos hicieron un
esfuerzo muy grande, pues se llevaron como una hora y media hablando, cantando
y moviéndose. También tienen que tener una buena preparación, pues es difícil
centrarse en el papel y olvidar todas las personas desconocidas que les
observan a su alrededor.
En conclusión, diré que para mí fue una experiencia nueva que volvería a
repetir.
Fernando Romera 2ºBHCSA
Hace varias semanas tuvo lugar en el Teatro Central de Sevilla la obra
teatral titulada Madre Coraje. Esta
obra está ambientada en la época de la Guerra de los 30 años. La obra representa, más
concretamente, la historia de una vendedora ambulante y madre de 3 hijos que
lucha cada día porque su familia siga adelante y viva. Poco a poco, a Madre
Coraje irán arrebatándole su bien más preciado, sus hijos. Al final, la
protagonista se queda sola tras la muerte de toda su descendencia.
En mi opinión, esta obra teatral ha sido fascinante. Se refleja en ella
exactamente el sufrimiento de la lucha, la angustia por intentar sobrevivir
cada día y el valor de algunas personas en estos tiempos mientras que se ve la
cobardía de otros. Lo que más me ha gustado de la obra han sido los actores que
han actuado como personajes principales, destacando a la madre y a la hija. Es
increíble cómo la hija muda, expresa a través de gestos su angustia, su miedo, su
terror y, en definitiva, todo tipo de emociones. Al mismo tiempo, me ha
impactado mucho el valor de Madre Coraje, apodo muy bien atribuido. Por otra
parte, me he quedado asombrado de que, a
pesar de ser tan pocos actores, la cantidad de papeles que hacían y, encima, cantaban a pleno pulmón en alemán. Me parece
algo verdaderamente agotador.
Ana Domínguez 2º BHCSA
Hace un par de semanas,
mis compañeros de clase y yo tuvimos la oportunidad de ir a ver la
representación de la obra teatral Madre
coraje. La dirección de la obra recae sobre Ricardo Iniesta, quien
apoyándose en su equipo, Atalaya, lleva a cabo perfectamente la adaptación de una de las obras más importantes de
Bertolt Brecht, gran dramaturgo alemán del siglo XX.
La obra narra cómo una
vendedora ambulante, Madre Coraje, es capaz de sobrevivir a las vicisitudes que
le supone la situación histórica en la que se encuentra, la Guerra de los Treinta Años.
Donde la encarnizada lucha que libran católicos y protestantes acaba con un
final fatal.
Sin duda, la
representación es una clara crítica al conflicto bélico que se desarrolla,
principalmente, en Alemania entre 1618 y 1648. Esta crítica, a veces
ensombrecida entre una magnífica banda sonora y algunas situaciones un tanto
guasonas, te llega a calar los huesos y a erizarte los vellos. Fue en el
momento en el que la última de sus hijos, muda a causa de la guerra, muere y
Madre Coraje es consciente de ello, cuando un suave cosquilleo me acarició
brevemente la espalda mientras el silencio en el recinto se agudizó y me di
cuenta de su profundidad. Ni siquiera reparé en la incomodidad de las gradas,
que me dejó el trasero como un cuadro.
Lo único que puedo decir
es que esa Madre Coraje hizo que me sintiera como la persona más tonta del
mundo, me hice tantas preguntas cuando llegué a casa…He tenido la suerte o la desgracia
de estudiar esta guerra, junto a muchas otras, en varias ocasiones. Lo cierto es que nunca me había parado a pensar mientras veía
los porcentajes de muertos e inválidos en las consecuencias que les había
supuesto a las personas que la sufrieron. Y en mi reflexión posterior, lo único
que tuve claro es que el enorme desgarro
de dolor que mostró esa madre en sus ojos era la representación de millones de
madres que realmente habían sufrido lo mismo.
Irene Díaz 2º BHCSA
El pasado 22
de noviembre tuvimos la suerte de acudir a la representación de la obra Madre Coraje en el Teatro Central. Esta es una obra
del dramaturgo alemán Bertolt Brecht y, que en este
caso, estuvo representada de la mano de la compañía sevillana Atalaya.
La obra
se sitúa en la época de la
Guerra de los Treinta Años en la que se enfrentaron católicos
y protestantes. Cuenta la historia de una mujer, conocida por todos como “Madre
Coraje”, que era vendedora ambulante. Esta iba siempre acompañada de sus tres
hijos a los que, a consecuencia de las situaciones a las que se enfrentan, va
perdiendo uno a uno hasta encontrarse sola.
Desde mi
punto de vista, creo que es una tragedia que plasma muy bien la dureza de la
guerra y la lucha de los individuos por continuar sobreviviendo. Además, los
actores representaron la obra de manera sobresaliente, poniendo gran pasión a
la hora de actuar.
Sin
embargo, personalmente, a mí no me gustó. Tanto los libros como las películas
que giran en torno al tema de la guerra, me resultan repetitivos y aburridos, y
los teatros no son menos. Se me hizo un poco tedioso, a parte de no comprender
en varias ocasiones lo que sucedía por haber perdido el hilo de la historia.
No
obstante, eso no quita que sea digna de ver. Los personajes actuaron muy bien y
a las personas que les gustan las historias de la guerra les resultó una gran
obra. Por ello, a aquellas personas que se sientan atraídas por el tema
señalado a ver la representación, pues, seguramente, les resultará de su
agrado.
Para terminar, os dejo un par de fotos que tuvimos la suerte de poder hacernos con alugunos de los actores que participaron en la obra.
2 comentarios:
Me gustaría felicitar a mis alumnos por las reseñas críticas que han hecho. Valoro su esfuerzo y dedicación. Además, quería decirles que me siento muy orgullosa del interés que están mostrando por el teatro. En esta última obra hemos vendido más de 70 entradas entre alumnos, familiares y amigos. Espero que disfrutemos de muchos más "viernes teatreros" en este curso.
Muchas gracias Silvana, por valorar nuestro esfuerzo en este periodo en el que casi ni tenemos tiempo para respirar. ¡Seguiremos teniendo viernes teatreros! Un beso.
Publicar un comentario